La matanza de civiles en la ciudad ucraniana de Bucha se encamina a marcar un punto de inflexión en la diplomacia. En ese trance, la Argentina dará otro paso en su aproximación a los Estados Unidos al respaldar la moción de expulsión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que promueve el presidente Joe Biden. Debido a que la Argentina preside el Consejo, su posicionamiento no pasará inadvertido entre los restantes 192 países convocados a la votación prevista para hoy en la sesión de la Asamblea General en Nueva York. La iniciativa requiere el aval de dos tercios de los Estados presentes y votantes, caudal que en principio está garantizado. Si la decisión es adoptada, el autócrata Vladimir Putin recibirá el mismo castigo aplicado al dictador libio Muamar el Gadafi en 2011.

Según Putin, las imágenes de los cadáveres en Bucha son "una provocación grosera de Ucrania"

El apartamiento de Libia del Consejo fue consecuencia de los ataques indiscriminados de las fuerzas del régimen de Trípoli contra los civiles. En esa oportunidad, la Asamblea General dispuso la sanción por unanimidad. Meses después, Gadafi cayó muerto mientras combatía en Sirte, su bastión y pueblo natal.

Rusia aseguró que presentará pruebas de que las imágenes de Bucha no son reales

Rusia advirtió que su eventual exclusión traerá consecuencias para los países que la dispongan, según la agencia Reuters. La promesa consta en una nota perteneciente a la misión rusa en la ONU dirigida a bloquear la moción estadounidense. El texto indica que cualquier postura distinta al rechazo (como la abstención, la inasistencia y la aprobación) será tomada como “gesto de enemistad” con efectos sobre las relaciones bilaterales.

Para la administración de Alberto Fernández, la votación implicará un cambio dramático respecto de la tesitura que sostuvo hasta algunos días después del inicio de la guerra en Ucrania, el 24 de febrero. El 3 de aquel mes, el Presidente se reunió con Putin en Moscú y lo cubrió de elogios por la provisión de las vacunas anti-covid-19 Sputnik: incluso ofreció a la Argentina como “puerta de entrada” de Rusia en América Latina. En presencia del autócrata, Fernández criticó a los Estados Unidos y al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Guerra Rusia-Ucrania: tras la invasión, las calles de Bucha aparecieron plagadas de cadáveres

Tras la invasión a Ucrania, la Casa Rosada intentó ubicarse en el bloque de países neutrales. Pero, hacia el 28 de febrero y en una intervención del canciller Santiago Cafiero en el propio Consejo de Derechos Humanos, el Gobierno se sumó a los Estados que repudiaron la ofensiva promovida por Putin. Luego, la embajadora María del Carmen Squeff dio su voto para la primera resolución de rechazo emitida por la Asamblea General de la ONU. Ese reclamo de cese de las hostilidades logró el apoyo del 73% (141) de las naciones que participan en la Asamblea General.

El acercamiento progresivo al sector de los aliados de Ucrania se dio en simultáneo con el desenlace de la negociación del acuerdo con el FMI, principal acreedor extranjero de la Argentina. El 4 de marzo, la Argentina ratificó aquel rumbo al votar con otros 31 de los 47 miembros del Consejo de Derechos Humanos la constitución de una comisión investigadora de los sucesos reportados en Ucrania -Rusia y Eritrea fueron los únicos dos países que se pronunciaron en contra de la medida-. Ello sucedió en el debut del embajador Federico Villegas como presidente del órgano que la ONU creó en 2006 para reforzar su mecanismo de derechos humanos.

Entierros en fosas comunes: Cadáveres en las calles de Bucha

El reglamento estipula que los 47 Estados del Consejo -escogidos en función de un cupo geográfico- deben tener antecedentes en la promoción y protección de los derechos humanos, y que las violaciones graves y sistemáticas de aquellos pueden autorizar la suspensión de miembros, siempre que la moción consiga los dos tercios de los miembros presentes y votantes de la Asamblea General. De la mano de la embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfield, los Estados Unidos sostienen que Rusia perdió el derecho a sentarse entre las naciones consejeras tras la constatación de la matanza de civiles en pueblos ucranianos ocupados por el Ejército de Putin.

El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, dijo que el intento de excluir a Rusia era inconcebible y advirtió que una decisión de esa clase podría complicar las conversaciones de paz. Nebenzia insistió en que las escenas de cadáveres tirados en la calle de ciudades ucranianas -como Bucha- habían sido montadas por Ucrania para desacreditar a su país.

La votación de este jueves en la Asamblea General supone otro test para los países que optaron por no estar ni a favor ni en contra de Putin, porque las abstenciones no cuentan a los efectos del cálculo de la mayoría especial requerida. En la sesión del 2 de marzo, 35 Estados se abstuvieron de pronunciarse sobre la invasión rusa: Argelia, Angola, Armenia, Bangladesh, Bolivia, Burundi, República Centroafricana, China, Congo, Cuba, El Salvador, Guinea Ecuatorial, India, Irán, Irak, Kazajistán, Kirguistán, Laos, Madagascar, Mali, Mongolia, Mozambique, Namibia, Nicaragua, Paquistán, Senegal, Sudáfrica, Sudán del Sur, Sri Lanka, Sudán, Tayikistán, Tanzania, Uganda, Vietnam y Zimbabue. Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Siria y la propia Rusia votaron en contra de la condena a la “operación militar especial”, como el Kremlin llama a su guerra contra Ucrania.